Ya han pasado unas semanas desde que terminé mi tiempo de descanso (sabbatical). Aunque me ha tomado un poco volver a agarrar el ritmo, ha sido una alegría enorme regresar con el equipo. Ver cuánto han crecido y todo lo que Dios está haciendo a través del trabajo de YWAM siempre me anima mucho.
Han sido semanas bastante movidas. Empezamos con un retiro de todo el equipo y, desde entonces, he estado reuniéndome con el equipo de liderazgo para revisar nuestra visión y los planes a futuro. Tenemos un equipo de liderazgo increíble, y durante este último año en el que estuve más apartada, realmente me he sentido muy apoyada por todos ellos.
Estas semanas también han traído nuevas oportunidades de ministerio por las cuales estamos orando y preparándonos. Definitivamente no ha sido un reinicio lento en el ministerio.
Al regresar, ha sido refrescante volver a estar con el equipo, aunque a veces se siente como si me hubiera subido a una balsa bajando por rápidos: emocionante, retador y, al mismo tiempo, lleno de cosas desconocidas.
Pero algo que sigo recordando en medio de todo esto es que Dios siempre está con nosotros en cada etapa del camino. Hay momentos en los que necesitamos descansar y ser renovados —esa fue una de las grandes lecciones que aprendí durante mi tiempo sabático—, pero también hay momentos en los que simplemente tenemos que aferrarnos y confiar en Dios mientras navegamos los rápidos.
He notado que, al volver al equipo y con todo lo ocupado que está este tiempo, también necesito encontrar pequeños momentos de descanso en mi día. Últimamente he estado cuidando mi tiempo de lectura de la Biblia (estoy siguiendo un plan de lectura anual). Esto me ha ayudado a no enfocarme solo en las tareas del día o de la semana, sino también a tener espacio para reflexionar y escuchar a Dios.
Wendy y yo también estamos tratando de sacar tiempo para caminar juntos o tener noches de cita. Tomarnos un tiempo a la semana para reflexionar y compartir ha sido una gran bendición y una fuente de renovación. Estamos tratando de hacerlo parte de nuestra rutina, poco a poco, pero con intención.
¿Dónde encuentras tú tu renovación, especialmente cuando la vida se siente tan llena y ocupada? ¿Será que Dios te está invitando a hacer una pausa y reiniciar un poco?